La máquina

La máquina
No soy piloto para tanta moto, pero ¡¡vaya gusto que me doy conduciendola!!

miércoles, 25 de abril de 2012

JURO QUE NO SOY UN ROBOT

No, de verdad, no lo soy, por eso me cuesta tanto trabajo introducir las extrañas claves que te piden a veces para publicar un comentario, para confirmar un dato, para yo qué sé...
Si fuera un robot no me extrañaría encontrarme con palabras como asvertuh, o lopeor caberos y no tendría que poner ojos de china para leerlo, porque muchas veces están las letras tan pegadas que no distingo unas de otras. Un robot no tiene problemas de presbicia, ni de miopía, ni de conjuntivitis, ni de resaca, ni de nada de nada.
En resumen, es más probable que un robot escriba correctamente toda esa sarta de chorradas, que lo haga un ser humano con un cerebro que se resiste a escribir palabras absurdas y con limitaciones físicas que aumentan con la edad, detalle que estas cosas ayudan a recordar. Por todo ello me planteo muy seriamente poner una denuncia por daños psicológicos a quienes se dedican a inventar tamaños despropósitos y luego vivir de rentas. Me pido primer, que nadie se me cuele..
Y hoy hace buen día para andar en moto, pero esperamos a Petra, así que lo desaconsejo. (Ya que es un blog sobre motos algo habrá que decir de ellas).

viernes, 20 de abril de 2012


Como hoy tengo menos que poco tiempo, voy a estrenar esta sección en la que iré dejando, cuando se me ocurran, estos pensamientos que de  vez en cuando nos vienen a la cabeza de la forma más absurda y se quedan ahí anclados y ocupando un espacio que nos vendría muy bien para cosas que de verdad merecen la pena y no estas bobadas. Ahí va el primero.


Según un reportaje de la TV se ha demostrado que los delfines que van en grupo tienen un cociente intelectual mayor que los que van sólos. Y yo me pregunto ¿SON LOS MOTEROS MÁS INTELIGENTES QUE EL RESTO DE LAS PERSONAS?. ¿Y LOS HINCHAS MÁS RADICALES DEL FÚTBOL, QUE TAMBIÉN VAN EN MANADA GRUPO?.




Ahora que nadie vuelva a preguntar por qué las mujeres vamos al baño de dos en dos, como mínimo. Aquí tiene la explicación científica.

jueves, 19 de abril de 2012

MÁS ALEGRÍA Y MÁS ALBOROTO


Ayer quedamos en el punto 5 del decálogo fundamental del motero, así que, como lo prometido es deuda ahí va la segunda, pero no por ello menos importante, parte II.

6-. Es fundamental tener presente que, como suele ocurrir en la vida, siempre puede ser peor. Durante el trayecto Lanuza-Bilbao sufría intermitentes y  horribles calambres en el pie izquierdo, y el altavoz derecho me había triturado la oreja hasta convertirla en una masa similar a un pimiento de piquillo en cuanto a forma, textura y color. Yo creía que eso era malo hasta que mi marido recolocó los altavoces y entonces pasamos al punto siguiente.

Si eres precavido y te las quitas antes de ponerte el casco eso que ganas.
7-.Existe el punto D (dolor), no confundir con el punto G, que siempre me ha parecido una estratagema de las mujeres para conseguir que los hombres menos hábiles o imaginativos se esmeren en buscarlo, exista o no, y eso que ganamos. El punto D, en cambio, es real como la vida misma y se sitúa exactamente en los extremos superiores de la cabeza. Imaginemos que la cabeza es un triángulo con el vértice inferior en la barbilla; bien, los vértices superiores, apretándolos al mismo tiempo, se convierten en el punto D y se consigue un cuádruple efecto: dolor de cabeza, dolor de mandíbula, dolor de ojos (si, de ojos, inexplicable, pero cierto) y, por último, caida al asfalto, porque prefieres morir antes que seguir soportando ese dolor, así que te tiras de la moto en marcha con tal de terminar con tal sufrimiento.

8-. La letra con sangre entra: ya sé cómo colocar correctamente los altavoces.

9-. No intentes, repito, no intentes, bajo ningún concepto, peinarte al bajar de la moto. Perderás el tiempo y el pelo de forma progresiva, es decir, a más tiempo intentando peinarte, más pelo se te caerá (pero los nudos seguirán ahí, no conseguirás deshacer uno sólo de ellos). Existe la posibilidad de comprar un casco varias tallas mayor que la tuya y llevar los rulos puestos; ni lo recomiendo, ni lo desaconsejo, ahí queda la propuesta por si alguien quiere intentarlo. En caso de que haya alguna valiente dispuesta a ser pionera en este tema que por favor nos cuente su experiencia.

10-. Los escasos momento en que te levantes la pantalla puedes dar por seguro que, al menos, un bicho se te estrellará contra la cara. Según el tamaño del subsodicho (medida mosquito o tamaño avión tranoceánico) y el lugar donde impacten (nariz, ojos, mejillas...) la gravedad del choque puede ser leve, moderada, grave, muy grave o mortal de necesidad, pero que te va a pasar, eso seguro. 

Bicho tamaño standar de repugnacia media-alta.
Sé que hay muchas, muchísimas más cosas que tener en cuenta a la hora de partir intrépidos carretera adelante, pero no es cosa de saturar la cabeza, que el casco aprieta y no hay sitio para nada, ni siquiera para información superflua. Además no quiero desanimar a nadie a disfrutar de la maravillosa experiencia que supone subirse a una moto (y bajarse, que es casi lo mejor).

miércoles, 18 de abril de 2012

¡QUÉ SENSACIÓN, QUE ALBOROTO, TENGO UN MARIDO PILOTO¡


Cuando vas a comprar una moto el vendedor te habla de las prestaciones técnicas, del motor, de la velocidad punta, del consumo, del acabado y sobre todo y más importante, de LA SENSACIÓN. Parece ser que es algún rollo místico que sólo entienden los que están en la Senda del Motero, lo que obviamente no es mi caso, así que tendréis que esperar a que el co-autor (de momento virtual) de este blog os lo explique porque para mí es tan incomprensible como el vestuario de la Duquesa de Alba.


Afortunadamente no hay como la escuela de la vida para aprender, la experiencia es el método de enseñanza más eficaz, no hay tratado, libro, enciclopedia o mamotreto que aporte los conocimientos que se adquieren instantáneamente cuando sientes en tus propias carnes tu particular versión de LA SENSACIÓN.

A modo de guía he elaborado cinco reglas fundamentales para los no iniciados en el mundo moteril, son unas normas básicas pero, de no tenerlas en cuenta, puede que vuestro primer viaje sea también el último, que cada cual lo interprete como quiera.

Ahí van las 5 primeras:

1-. Cuando la temperatura supere los 37º, aunque estés en Bilbao, no te levantes la pantalla del casco. Es la misma impresión  que se debe sentir al meter la cabeza en el horno mientras se asa un pollo, solo que el pollo eres tú mismo.

2-. Si sientes la necesidad imperiosa de estornudar, ¡levanta la pantalla del casco!. Es una excepción al punto 1, así que se aplica independientemente de la temperatura exterior o de la ciudad que atravesemos.

3-. Si llevas calcetines largos, ¡que no sean los mismos que llevas a esquiar, criatura!.

4-. No comas ni bebas nada si te tienes que poner pantalones de moto, corres el riesgo de tener que hacer el viaje en ropa interior. Además en estos casos no vale dejarlo todo para el último momento, no podemos olvidar que llegar hasta el baño tiene su intrínguluis: tenemos que parar en un área de servicio, quitar el casco, quitar los guantes, desenganchar el pantalón de la cazadora y ya, ¡POR FIN¡ descubrir que, a causa del calor, tienes los pantalones tan pegados a la piel que necesitas un pelapatatas para dar el último y necesario paso. Y eso lleva su tiempo quieras que no.

4 bis-. No olvides el pelapatatas por lo que pueda pasar.

5-. Si has hecho caso omiso del consejo anterior y la cosa ya no tiene remedio, ponte ropa interior mona, de la de salir a ligar los sábados.


En la próxima entrega, las otras 5 reglas de oro para un viaje placentero.

lunes, 16 de abril de 2012

P´A QUE TE ENTERES



Como mi marido sigue saturado de trabajo aún no ha encontrado un rato para elaborar una sesuda y muy elaborada entrada que satisfaga a los amantes de las dos ruedas, es decir, que sigo yo con este enfoque tan personal de la vida del motero acompañante, genralmente conocido por un apelativo tan denigrante como "paquete".



De entre las definiciones que de paquete da el Diccionario de la Rel Academia me quedo con tres, a saber:

a) En las motocicletas persona que va detrás o al lado del conductor.

b) Envoltorio bien dispuesto y no muy abultado de cosas de una misma o distinta clase.


c) Persona torpe y aburrida.

La primera es muy obvia y no merece ni un comentario, en cambio las otras dos ya son otra cosa. Admitiendo como cierto que la acepción motera de la palabra paquete es posterior a las otras dos, eso quiere decir que, para quienes tienen que llevar a una persona sentada en la parte de atrás, eso supone que nos ven como un bulto, más o menos compacto, según la edad, el peso, el estado de conservación, el efecto más o menos devastador de la gravedad y la celulitis (muy poco compacta, a qué negarlo) y el ejercicio realizado. Como lo habitual es que el paquete sea miembro de la familia o amigo cercano y/o querido, han suavizado un poco la crueldad de la denominación añadiendo "bien dispuesto y no muy abultado".

Bien dispuesto, desde luego, porque hace falta muy buena disposición para pegarse un madrugón fuera de horario laboral para pasar horas sentado en un artilugio (llamarlo asiento sería pecar de optimismo) pensado para disuadir a cualquier acompañante sensanto, y luchar durante todo el camino con el viento, empeñado en arrancarte la cabeza, el frío intenso o el calor achicharrante, según el momento del día, el dolor de brazos, manos, espalda y piernas (elementos todos ellos necesarios para asegurar un buen agarre). Además no hay motero de pro que no aprecie como se merece una buena carretera, ¡OJO!, lo que para él es una buena carretera para el vulgo es una mierdacarretera llena de curvas de horquilla, bajadas, subidas, cambios de rasante y ganas constantes de matar o morir, que llega a un punto que cualquiera de las dos opciones te parece buena.

En cuanto a "no muy abultado" es consustancial a la estructura del vehículo, como ya he dicho está perfectamente estudiada para que sólo quepas si eres capaz de plegar tu cuerpo y encogerlo de tal manera que no ocupes más espacio que una maleta de cabina de avión. Quienes sobrepasen el 1,70 cms de altura gozarán de aire acondicionado extra porque no podrán hacer lo que hago yo, suprimir el cuello a base de agacharme hasta que logro que sea el conductor quien me tape el viento (cuestión de supervivencia).

Tengo que decir que en este punto concreto las mujeres gozamos de ciertas ventajas, incrustarte contra la espalda del motero hasta pasar por una pegatina de su cazadora es un privilegio del que sólo podemos disfrutar nosotras; está muy mal visto cuando lo hacen hombres, por mucha confianza que tengan y por muchas veces que hayan compartido ducha y desodorante en el gimnasio.

Y por pura ley de vida llegamos a la última opción. No cabe duda que después de lo que cualquiera en sus cabales consideraría un tiempo-espacio prudencial el paquete daría por terminado el viaje con sumo placer, así que es el momento de empezar a preguntar cuánto falta, a quejarse del frío o del calor, de la sed, del hambre, de justo lo contrario, de las articulaciones, de la velocidad, de las curvas... de lo que sea, de todo en una palabra. Es entonces cuando te conviertes en una persona torpe y aburrida y rezas en tu interior para escuchar las palabras mágicas que te liberen de una vez para siempre de tan horrible experiencia "No te traigo más".

Pero como los moteros son gente cariñosa, sin gota de rencor y francamente desmemoriada el fin de semana siguiente ya estás embarcada en otra fascinante ruta como acompañante, porque te traen y te llevan donde y cómo quieren sin que tú tengas nada que decir, sólo sabes de donde sales y donde vas. Puedes llegar o no al destino previsto, a tiempo o con un considerable retraso, en buenas condiciones o rota, deformada e irreconocible Igualito que un paquete, oiga usté.

viernes, 13 de abril de 2012

INCULTURA Y SUCIEDAD


Con los viajes se aprende mucho (sobre todo de tus errores) son cultura pura y dura (como las drogas que te metes entre pecho y espalda en los 300 primeros kms), conoces sitios interesantes llenos de anécdotas curiosas (la mejor recta para parar a vomitar y la única farmacia del pueblo) y, al menos yo, voy escuchando la radio que es mi fuente más habitual de noticias, conocimientos y, como no, cotilleos varios. Si algún día los directores de los canales infantiles (Disney, Cartoonito, Clan...) se deciden a hacer pequeños intermedios en los que el Pato Donald (no, su dicción deja mucho que desear, mejor lo hace Daisy), o Bob Esponja (tampoco, mejor Calamardo), o las Bananas en pijama (buscar en google si alguien no cree que existan) den un resumen de las noticias más destacadas del día los padres actuales estaríamos muchísimo mejor informados. Conozco a madres que se han enterado hace apenas una semana en una reunión del colegio de la boda de los príncipes de Asturias, no digo más.

Pero viajar con niños y pretender rozar de alguna forma la intelectualidad es una tarea tan inútil como averiguar la verdadera edad de Ana Obregón, estamos condenados al fracaso de modo irremediable.

Algunos abuelos tienen la costumbre de escuchar la radio mientras viajan, sobre todo si corre Alonso, juega Nadal o hay partido (el equipo es lo de menos, lo importante es que haya pelotas) pero, claro, si el nieto está viendo Cars, Toy story, Hércules o similar, la voz de Lobato le impide seguir el diálogo de una película que ha visto 9.027 veces y, si te pierdes una sola palabra luego no sabes de qué va. Así que, amablemente, le pide al abuelo que apague el aparato, algo que la abuela considera de lo más razonable, cómo no. El asunto acaba en tablas: la radio sigue encendida, pero a volumen mínimo y digo orgullosa, que el pequeño dictador también bajó el sonido de la película. ¡BIEEEEEN!.

Las paradas intermedias ya no son una excusa para visitar algún lugar de interés, monumento, villa o acueducto, ni para, en su caso, tomar un café, refresco o similar. Sirven fundamentalmente para jugar un ratito en el tobogán o el columpio disfrutando mientras tanto de una temperatura envidiable, entre 50º sobre cero en verano y 50º bajo cero en invierno, salvo que llueva. Entonces se impone una visita a ese parque temático que son las tiendas de las áreas de servicio. De nuevo el infante localiza el eslabón más débil (abuelos, claro está) para conseguir a base de chantaje emocional que le compren alguno de los juguetes, malos, caros y repetidos, que se amontonan en las estanterías. Suelen llevar caramelos o gominolas en su interior, sospecho que para obligar a comprar más toallitas limpia-todo, que también de eso tienen.

Pot algún motivo misterioso los padres y/o acompañantes llegarán a su destino sucios, sudorosos, estresados, cansados y, en general, envejecidos. En cambio el retoño, haya o no dormido durante el trayecto, estará en plenas facultades físicas y mentales, así sean las 3 de la madrugada. ESTO ES ASÍ, SIEMPRE, SIN EXCEPCIONES. Si el niño está espídico, llorón, insoportable, se acude a esa frase tan manida "Es que tiene sueño, el pobre está muy cansado". Claro, es normal, con el viaje que se ha pegado...

PD.Que nadie nunca, jamás, sin excepciones de ningún tipo pronuncie la frase "Seguro que se duerme en cuanto suba al coche". Son las palabras anti-mágicas, es como decir tres veces el nombre de Candyman, son la forma más eficaz de provocar insomnio infantil, avalado por pediatras del mundo entero (todos ellos padres).

jueves, 12 de abril de 2012

¿PERO ESTO QUÉ ES....?

Este verano mi marido se va a hacer una ruta en moto por China, viaje que ganó gracias a mí (yo rellené las papeletas) en la concentración de motos BMW que se celebró en Formigal a principios de Septiembre.


Para que su familia y amigos pudieran seguir sus andanzas (y sus padres estuvieran más tranquilos y yo más informada) pensó abrir un blog una vez empezada la aventura, pero yo  le convencí que lo hiciera antes, contando los preparativos que también podían ser interesantes. Le pareció buena idea pero, al ponernos en marcha (yo soy su mano derecha, por si alguien lo dudaba, y la izquierda también si se tercia) nos dimos cuenta que podía ser interesante contarlo todo desde dos puntos de vista tan opuestos como pueden ser el suyo (motero de pro que mira los aspectos técnicos de la moto, de la ropa, del casco...) y el mío (comodidad del asiento, tamaño de las maletas que se pueden acoplar, ¿hace gorda? y siempre ¿cuánto cuesta?).


Y eso es lo que vamos a hacer, habrá post muy didácticos para amantes de la carretera escritos por él y otros absolutamente frívolos y absurdos, pero muy prácticos, escritos por mí. Vamos, que será como la cocina experimental, que lo mismo está buenísima que no la come ni el perro. Tengo que decir que no están los tiempos para hacerle ascos a la comida, así que espero que nadie se queje.


Dicho esto, sigo con lo mío, que me pilla la hora de comer, debe ser por eso que se me ocurren símiles culinarios, el subconsciente domina mi cerebro.

NUTRICIÓN INFANTIL IN ITINERE, Y SÁLVESE QUIEN PUEDA


Hoy me toca a mí dar el punto de vista femenino de una ruta automovilística de más de 6 horas con niño.
Como madre me preocupa (menos ahora que antes, lo confieso) la alimentación de mi hijo, pero cuando hablamos de viajar la preocupación pasa a ser estado de alerta máxima con factor de protección 50 y totalmente compartido por su padre, porque no es cuestión baladí preparar el kit de alimentos y bebidas básicos para llevar en el coche, en especial en  viajes largos. Hay que tenerlos entretenidos y razonablemente tranquilos a cualquier precio, siempre teniendo en cuenta que el límite está en no hacerlos vomitar ni coadyuvar al mareo propio de los viajees. Afortunadamente mi hijo no practica ninguna de esas dos actividades, lo que me facilita mucho el asunto.

Sabiendo que de aquello que le des la mitad es para consumo de la criatura y la otra mitad acabará por el suelo o la tapicería, se desaconseja el chocolate, caramelos (son estupendos porque no sólo quedan pegados a los asientos, si no que la saliva que generan los niños cae sobre su ropa y se la limpian con las manos que, al quedar pringosas, convierten el automóvil en una nueva versión de las cuevas de Altamira).
Una vez que tenemos la base de caramelo y/o chocolate podemos empezar a ponerle encima los gusanitos, cereales, trocitos de regaliz y gominolas de diferentes colores para que el arte infantil se exprese libremente. Los tan denostados chicles, siempre y cuando no haga demasiado calor y no se pisen una y otra vez, son menos peligrosos que una piruleta reblandecida por el sol y utilizada a modo de brocha por el artista.
Las migas de pan, galleta, patatitas y demás restos pueden considerarse males menores y aspirables, salvo que formen parte del collage anteriormente descrito.

Hay que darles agua, es inevitable, pero mejor con tapón tipo ciclistas porque, aunque sabes positivamente que se van a mojar, siempre es menos que con una botella tradicional, que cae más en plan chorro incontrolado. Los zumos es preferible dejarlos para las paradas, pero ¡OJO!, mejor que no sea de naranja, que a esta edad oir cuando vas por la autopista "¡QUIERO PIS!" te da miedo, pero escuchar "¡QUIERO CACA!" es como si sonara la alerta nuclear de Garoña, sólo que Garoña te pilla más lejos y nunca se sabe, igual ni te enteras, pero en el coche no tienes escapatoria.

Un consejo que daría a todos los viajeros con niño es que no les dejen BAJO NINGÚN CONCEPTO dar ni un solo sorbo a la Coca Cola o imitaciones. Si alguien olvida esta regla fundamental que piense en ir provisto de drogas duras, muy duras, para los padres, es la única forma de soportar los efectos secundarios de un descuido como éste.

Y si alguien piensa que ya habíamos terminado es que no tiene hijos o pertence a ese privilegiado club, del que no soy socia, con niños angelicales que se duermen al atarles el cinturón y sólo despiertan al soltarlo (mi más sincera y verde envidia para ellos); mañana más.

miércoles, 11 de abril de 2012

POR QUÉ LAS MOTOS BMW NO LLEVAN SILLA PORTABEBÉS


El viernes día 9 de septiembre de 2011 partimos de Gijón siguiendo el mismo recorrido y con las mismas paradas que el año pasado, pero esta vez fuimos con el peque que el año anterior se quedó con los abuelos. Eso marca unas sutiles pero apreciables diferencias respecto al viaje anterior. También nos hizo pensar que no es casual que las motos no lleven silla portabebés, no es por la seguridad de los infantes, ni hablar, su verdadera finalidad es preservar la calidad de vida de los padres moteros. ¿Qué fue primero el huevo o la gallina?, o lo que es igual ¿los moteros lo son precisamente porque no pueden ir acompañados de su prole o es una afición anterior a gozar de las alegrías de la paternidad?. Yo tengo mis dudas, pero estas reflexiones producto de la experiencia, pueden dar una pista.

En primer lugar el equipaje se multiplica misteriosamente por 3 ó 4 y los "por si acaso" se convierten en los reyes indiscutibles de las maletas. Aún así la maléfica combinación chocolate, comida y calor (llevé mitad de manga corta, mitad de manga larga que quedó arrugándose en las bolsas) hizo que el domingo no me quedara otra opción que elegir entre ponerle una camiseta SUCIA o MUY SUCIA. Dado que aún no he echado un vistazo a las tendencias de moda infantil para este otoño, optamos por lo más conservador y elegimos SUCIA. Ni que decir tiene que llegó irremediablemente muy sucia tras la última parada en la casa en construcción de su padrino, con recogida de castañas y fresas incluido en el circuito. La mezcla de yeso, polvo, tierra, hierba y fresas es arriesgada, pero eficaz.

Por otro lado se te pueden olvidar las pastillas para el corazón, la insulina, hasta puedes no recordar que tienes 37 dioptrias en cada ojo y dejarte las gafas en la mesilla de noche, pero NUNCA, NUNCA, JAMÁS  te puedes olvidar de coger unos cuantos juguetes y/o juegos, chucherías a montones y el CD de los Cantajuegos (no entiendo que no nos invadan los EEUU porque eso sí que es un arma de destrucción masiva).
Eso supone que el coche va a parecer un camión de basura allá por el km 20 del recorrido, por eso es importante elegir bien las chuches y no olvidar tampoco las toallitas húmedas mágicas, que lo mismo limpian un culo, desmaquillan o dejan impolutos unos zapatos, lo juro.

Hasta aquí por lo que se refiere a "enseres básicos", mañana hablaremos de alimentación e hidratación infantiles en vehículos motorizados varios.

IMPRESIONES GENRALES DE MI ESPOSA. MÁS ADELANTE MI VISIÓN DEL MISMO VIAJE.

martes, 10 de abril de 2012

EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS

En realidad todo empezó hace más de un año, el 8,9 y 10 de Septiembre de 2010, el fin de semana en que acudí a la concentración de motos BMW en Formigal. Ya os contaré con más detalle y con imágenes ilustrativas del evento pero, por resumir os diré que fui con mi mujer y nos gustó tanto que prometimos repetir al año siguiente. El ambiente de Lanuza, el pueblo del Valle del Tena en el que nos alojamos y el trato de los dueños de La Casueña nos convenció por completo y tras un año de llamadas, encuentros a través del blog oficial de la zona, El bosque de Trimbolera y amistades virtuales, emprendimos otra vez el mismo camino, con dos diferencias sustanciales: esta vez viajaban con nosotros en coche escoba-guardería mis padres y mi hijo y, por otro lado, estrenaba moto, una K1300S de BMW notablemente más cómoda para quien va de paquete, según mi mujer. No todas las novedades son para mejor, pero no pienso decir cual de las modificaciones fue la buena y cual la mala, lo dejo a la imaginación del lector, aunque se deducirá de las posteriores entradas.
Esta es sólo una presentación, en el próximo post os contaré cómo fue el viaje.