La máquina

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No soy piloto para tanta moto, pero ¡¡vaya gusto que me doy conduciendola!!

lunes, 2 de julio de 2012

Chelo también estuvo allí

Esto es de vergüenza, porque el viajero ya ha vuelto y según el blog le falta aún la mitad del recorrido, pero la falta de tiempo y los problemas técnicos siguen presentes.
Hace unos cuantos días le pedí a una amiga que también estuvo en China que me contara sus experiencias para tener otro punto de vista y tuvo la amabilidad de mandarme alguna de sus impresiones. Como tengo su permiso, os lo dejo aquí. Chelo tiene su propio blog http://chelodelatorre.blogspot.com.es/, y ha hecho un hueco para dedicarme parte de su tiempo.
Gracias mil y perdona por haber tardado tanto.

Me ha pedio Paz que cuente  algo del viaje que en agosto del 2009 hicimos a China, mi marido y yo,  y aunque lo tengo muy lejano, ya que en aquella época no tenía el blog y no  iba tomando notas,  intentaré contar algo.

Anécdota:
Como todos sabéis, China, es el reino de las falsificaciones,  tanto,  que en Pekín  hay comercios especializados y si le llevas un traje de marca te lo copian en dos días y te lo traes de vuelta casa.
A lo que iba, en el grupo había  una pareja, relativamente joven, que llevaba las maletas casi vacías, su objetivo era traerlas llenas de cosas de marca   fabricadas allí y así lo hicieron,  cuatro o cinco zapatillas de deportes, vaqueros, camisetas… 

Me hizo pensar:
En Pekín cada vez que paraba el autobús  aparecían unas mujeres bastantes mayores  recogiendo las botellas de agua vacías que teníamos.
El guía nos explicó  que las venden para sacar algo de dinero que es gente con grandes  dificultades económicas y  deben juntar muchísimas porque pagan muy poco por el kilo de plástico, algo parecido a lo del cartón en España, sólo que allí eran mujeres las únicas que los recogían.

Las fotos:

Detalle del tejado de una casa en la Ciudad Prohibida
Cuantas más figuras tiene más alta es la categoría del personaje que vive en ella, por lo tanto esa era de un alto cargo. En cada esquina del techo había pequeñas estatuillas, y el número representaba el estatus social del propietario. La residencia del emperador tenía nueve estatuillas, ya que diez simbolizaban el cielo, y eran usadas sólo en los edificios más sagrados de toda la ciudad.
 
Detalle de la calzada en la Ciudad Prohibida

El Templo del Sol sin mí

El Templo el Sol conmigo.
(Yo creo que así queda más lucido, mejora notablemente) 


Me ha parecido maravillosa la fotografía de la calzada de la Ciudad Prohibida, nunca me hubiera imaginado que alguien podría tomarse tanto trabajo para labrar de esa manera un suelo y, como no, me ha abierto el afán de investigar más, aunque no es mucho lo que he averiguado, aún así aquí os dejo algo más.
Calzada Imperial: En el centro de las escaleras que llevan hasta cada uno de los principales edificios de la Ciudad Prohibida se puede ver una pequeña rampa de mármol con dragones tallados que estaba reservada para el carruaje del emperador. Éste entraba por la Puerta de la Suprema Armonía, inicio de la calzada,  y conducía directamente triunfal al Palacio de la Suprema Armonía (Taihedian), sede del trono del emperador.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias Paz por publicarlo.
    No me he olvidado sólo que he estado de reformas en casa y no he tenido ni tiempo ni lugar donde trabajar, espero prepararte algo más.
    Un abrazo

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  2. No sé qué se nos pasa por la cabeza que, en cuanto tenemos unos días libres nos dedicamos a las tareas más ingratas que se nos ocurren. La mente humana es un misterio y, a veces, un absurdo. Espero que termines pronto con las obras y quede todo a tu gusto, yo estoy empezando a respirar un poco desde que Bernardo ha vuelto, el peque, que era el demonio de Tasmania, ahora es un santo y eso, quieras que no, es un descanso, pero aún así exige tiempo para salir, jugar, ir a la playa... Tú tranquila, que ya ves el ritmo que llevo yo con el blog, de vergüenza. Y gracias a ti, por supuesto.

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  3. Muy agradables e interesantes son estos viajes y de paso que los disfrutamos también vuelves a recordarlos. Pues mi hija, posiblemente vaya a Mongolia el día 14, serán 20 días muy diferentes.
    Berni encontraba la falta de papá.

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