Sólo quería hacer un inciso breve pero intenso sobre cómo está el tema de las comunicaciones durante el viaje. Como la mayoría de vosotros sabéis en China tienen muy restringido internet, nada de google, nada de facebook, nada de redes sociales en general y nada de yahoo, así que la cosa por ese lado ya está complicada.
Por otro lado de aquí a un par de días empieza la verdadera aventura y, al abandonar Pekín, aún será más difícil.
De momento manda las crónicas y las fotos por WahtsApp, así que a horas a veces intempestivas suena un pitido, luego otro, otro y otro más. Ayer a eso de las 2.00 opté por sacar el móvil de la habitación y cerrar la puerta.
Yo, en cuanto tengo un ratito, transcribo tal cual al blog sus noticias y descargo sus fotos (los pies, eso sí, son mios). De ahí que, entre posibles errores al tocar las teclas, la dichosa corrección automática y mi desconocimiento del medio, puede salir más de un gazapo. Aquí la culpa es ganancial, que conste.
Y por lo difícil que es acceder a la red no contesta a los comentarios, no creo que ni siquiera pueda leerlos, pero no es por falta de interés, sino de oportunidad. Con lo que a mí me gusta hablar no dudéis que responderé por él a menudo, no se lo tengáis en cuenta, ni a mí tampoco.
Dicho esto me voy a dar de cenar al hambriento, obra de caridad donde las haya y más aún si el hambriento es mi hijo. Hasta mañana.
La máquina
No soy piloto para tanta moto, pero ¡¡vaya gusto que me doy conduciendola!!
Ves? Yo no estaría mal en China, pero sin Internet no, por favor, todo lo demás me suena a "Chino" ...
ResponderEliminarGracias Paz, te agradezco mucho que hagas de corresponsal de guerra, con dificultades incluidas. Un beso para los dos.
Estoy un poco desconectada y hasta ahora no me he dado cuenta que el viaje a China ya había empezado.
ResponderEliminarUn país interesante al que me gustaría visitar pero la gastronomía típica...no creo que me entusiasmara mucho.
Deseo a Bernardo un feliz viaje y a Paz que siga de reportera, para ir siguiendo tod@s nosotras la aventura.
Seguro que encuentras comida que te guste porque Bernardo es muy aventurero para todo excepto para el tema gastronómico, al revés que yo, que soy todo lo contrario para una cosa y para otra. Reconozco que ahora me apetece ir más que antes, pero en cuanto se suba a la moto me alegraré de mi decisión, seguro.
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