En primer lugar eso de que no sería capaz de ir caminando por la Gran Muralla es muy relativo, siempre se puede ir sentada, estilo deslizamiento por tobogán. Mi escaso sentido del ridículo hace que sea un recurso que siempre tengo a mano en caso de necesidad, y no me duelen prendas (ni cuartos traseros) si tengo que hacer uso de él. Lo de bajarla esquiando ya sería otro asunto, pero una pendiente de 5º ya me echa para atrás si la cubre la nieve y llevo unas tablas en los pies, eso ya lo sabes.
De la foto con la chica hablaremos cuando vuelvas a casa, aunque soy de natural tranquila y no me voy a subir a las paredes porque os hayáis convertido en muñecos de parque temático, aunque sin traje de peluche.
No puedo desvelar la identidad secreta del señor azul |
Y, aunque lo de las cucarachas no me apetece demasiado, los capullos de gusano que parecen croquetas, las estrellas y los caballitos de mar ya me apetecen algo más. Creo que probaría, no, probaría seguro.
Tú tómalo con calma que el verdadero viaje aún no ha empezado y no te puedes agotar antes de tiempo
No puedo pasar sin dejar mi rastro, siento ser una pesada, pero me lo paso tan divinamente !!!
ResponderEliminarDonde esté este blog que se quiten todos eso inventos que no sé nombrarlos incluído Facebook.
Un beso a los dos, mejor, a los tres.
Tú sabes mejor que nadie que lo verdaderamente divertido e interesante de los blogs son los comentarios, así que no dudes en entrar y contar lo que te apetezca, siempre es una alegría verte por aquí. Yo ando cruzada por tu bosque todo el día...
ResponderEliminarPues yo hoy tambien estoy disfrutando un montón, saltando de un blog a otro y viviendo vuestras aventuras como si fueran mías.
ResponderEliminarEs que hoy es domingo y no ejerzo de abuela, que entre semana ya es otro cantar.
Como me alegro de que Bernardo esté bien y también de ver que tú Paz estás contenta y con la misma “chispa” de siempre. Besicos
Jajaja no hace falta...conocemos a Triky desde hace mucho. Mis "niños" crecieron con Barrio sésamo.
ResponderEliminarUn beso
Me chiflaba Barrio Sésamo, pero el original, con el Conde Drácula siempre contando, Gustavo el reportero más dicharachero, dos señores que construían un número con unas piezas de color blanco, el señor que pedía una sopa insistentemente, Epi y Blas, por supuesto, y Súper Coco, y mil cosas más.
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